¿Crees que siempre estás intentando salvar a tu pareja? Y no solo a tu pareja, sino que también pueden ser amigos, familiares, compañeros de trabajo o personas que conozcas por poco tiempo.
Y es que esto del rol del salvador que podemos cumplir dentro de una relación sea del tipo que sea, tiene una explicación que podemos encontrar dentro del El triángulo del drama de Karpman, fue publicado por primera vez en 1968 por el Dr. Stephen Karpman.
Esta teoría se enmarca en la Psicoterapia, más concretamente es el Análisis transaccional, y hoy te vamos a explicar un poco más en qué consisten este rol. Aunque debes saber que este modelo no solo aborda el rol del salvador, sino que también nombra el rol del perseguidor y el rol de la víctima que te contaremos con más detalle más adelante.
Pero antes vamos a ver si te sientes identificado un poco más con el rol de salvador, para ello te planteamos la siente pregunta ¿Sabes la diferencia entre cuidar y salvar? Te invitamos a reflexionar junto a nosotros un poco más sobre esta pregunta.
¿Qué hacemos mientras cuidamos?
Cuando queremos cuidar a una persona, en este caso, por ejemplo, nuestra pareja, podemos tener en cuenta sus necesidades, pero sin olvidar las nuestras. También la escucharemos y acompañaremos en ese momento delicado en el que se encuentra y en el que está más vulnerable que nunca, pero siempre manteniendo la responsabilidad afectiva de nosotros mismos.
Recordando que somos bastante generosos y flexibles con ella, pero sin olvidarnos de nosotros, manteniendo así un punto de equilibrio.
¿Qué hacemos mientras salvamos?
Es aquí donde vas a encontrar la diferencia entre cuidar y salvar, ya que hay una delgada línea entre los dos conceptos y que, con gran normalidad, y desde nuestra inconsciencia, podemos transgredir esa línea fácilmente, porque si tenemos en cuenta que este rol suele ser aprendido desde muy pequeños, seguramente es parte de tu historia personal de vida sin que lo hayas identificado.
Aunque para saber más de dónde viene o cómo se dio, sería necesario ponerte en manos de profesionales como los psicólogos, para poder conocer más profundamente el tema en sí, en un proceso de psicoterapia personal.
Ahora te vamos a explicar qué solemos hacer cuando intentamos salvar a esa persona, que no cuidarla.
Cuando intentamos salvar a alguien, solemos olvidarnos completamente de nosotros mismos, abandonando completamente nuestras necesidades, ya que solo estamos para ellos y el foco de atención está centrado sólo en esa persona.
Al sentirnos los salvadores podemos pensar que esa persona que queremos salvar no es capaz de…, es decir, que sentimos que solo nosotros tenemos esos recursos y incapacitamos al otro y no le damos tiempo de reaccionar o ni siquiera de que lo intenten.
Obviamente eso nos convertirá en una persona muy rígida y exigente con esa persona que queremos salvar, ya que le exigimos mucho no teniendo en cuenta sus emociones ni sentimientos, de cómo se encuentra o cómo le afectaría esto, perdiendo totalmente el equilibrio en la relación.
Es por ello por lo que es importante conocer la diferencia entre estos dos conceptos que facilitarán la toma de conciencia si te identificas como el salvador, ya que actualmente este modelo del triángulo del drama de Karpman tiene una aplicación terapéutica.
Se trata de un esquema de las interacciones humanas destructivas, las cuales tienen lugar cuando dos o más personas están en conflicto y el drama ocurre cuando un conflicto habitual se vuelve tóxico ya que un simple conflicto puede convertirse en un drama de conductas insanas a largo plazo.
teoría el triángulo del drama
Para que lo entendáis mejor os vamos a comentar los tres roles que baraja este modelo y una imagen del triángulo, ya que suele ser algo muy utilizado en terapia para darle o mostrarle al paciente una explicación de qué puede estar pasando en sus relaciones con los demás, y más comúnmente en las relaciones de parejas.
Es posible que puedas identificarte con alguno de los otros roles siguientes, ya que es común que dentro de este triángulo podemos ir moviéndonos y cambiándonos de rol.
Karpman definió tres roles en el conflicto; Perseguidor, Salvador y Víctima.
- La víctima: la víctima no es real, sino que es una persona que se siente o actúa como tal y juega unos de los papeles primordiales en este triángulo del drama, ya que es unos de los roles que hacen que los otros dos roles (salvador y perseguidor) tomen sentido en el triángulo y sigan existiendo en este. Es por ello por lo que la víctima tomará el papel de persona indefensa, oprimida, impotente y utiliza frases del tipo ¡Otra vez a mí! Y es por ello por lo que la víctima siempre irá en busca de los otros roles.
- El Perseguidor: y aquí el más “malo” del triángulo…es decir, es el que culpabiliza a la víctima de todo lo que le pasa a este rol y lo perseguirá. Estas personas suelen ser muy rígidas, autoritarias y duras, ya que no tendrán en cuenta los sentimientos de la víctima porque solo quiere quedar por encima a cualquier precio.
- El salvador: Como antes hemos explicado, esta persona siempre intenta ayudarte tanto que se olvidará de sí misma, y cómo no, ayudará a la víctima, ya que, aunque esta no lo llame o busque, este siempre aparecerá si como de un superhéroe se tratase… Se sienten mal si no pueden ayudar a la Víctima, lo que puede ser bastante malo para las víctimas. Normalmente no lo hace por altruismo, sino que también está cubriendo una necesidad personal como es rescatar a la víctima de sus problemas para olvidarse o no ocuparse de los suyos propios.
Como comentamos antes, es posible que te sientas identificado con uno o con varios, ya que no son estáticos y van cambiando, depende del contexto… Por ejemplo, el salvador podría convertirse en perseguidor si la víctima se resiste a recibir ayuda o se vuelve en su contra.
Ya sabes, si quieres conocer más sobre esta teoría o te sentiste muy identificado con alguno de estos roles, y quieres mantener o sanar las relaciones con las personas que te rodean o pareja, no dudes en ponerte en manos de nuestros profesionales de Psicólogos Princesas. Ya que las consecuencias de estos triángulos pueden ser devastadoras en cualquier relación que se precie, y sobre todo para la salud mental de uno mismo.
Esperamos que este artículo te haya servido de ayuda para poder conocer este modelo teórico tan útil en terapia y utilizado, gracias por ser fiel a nuestro blog.
BIBLIOGRAFÍA:
Camino Vallhonrat, Lluis. (1998). El Triángulo Dramático de S. Karpman. Aplicaciones Prácticas.
Choy, Acey. (1978). Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista. “El Triángulo del Ganador”. Asociación Española de Análisis Transaccional (AESPAT). Encontrado en: http://com.aespat.es/Revista/Revista%20ATyPH%20n%C2%BA%2038%20web.pdf
Villegas Malda, Roberto. (1983). El tiempo y yo en un encuentro. Análisis Transaccional. Galas Editores. Segunda Edición.